domingo, 9 de enero de 2011

Rayuela

No sé exactamente, hasta qué punto, con cuánta firmeza, qué tan voluntariamente, cuán cierto era eso que decías de que te habías enamorado de la Maga leyéndola. No sé qué significaba para vos, por qué te habías enamorado, qué veías en ella, en qué consistía tu amor. Pero el hecho es que cuando me conociste me dijiste: "Encontré a mi Maga", y constantemente hacíamos alusiones a esa comparación que de vos había nacido.

Lo que sí sé es que nosotros, todos los que hayamos devorado esa explosión de páginas escritas, no conocemos a la Maga como tal. Conocemos la construcción de esa muchacha que tiene un hombre enamorado de ella. Y quizás de eso te enamoraste, de sentir a una mujer de esa forma. Y quizás por ahí pasaba la comparación, por sentirte enamorado de mí.

Otra cosa que sé es que te fuiste. Como en el capítulo 20 te fuiste. Y como en el 21 me extrañás. Y como en el 35 me criticás. Y como en el 36 te planteás ir a buscar tu kibbutz, si es que tal cosa existe.

Pero de lo que más estoy segura, es de que todas las demás van a ser Talita para vos: no vas a poder amarlas sin estar amándome a mí. Del lado de acá, Del lado de allá, conmigo o sin mí, en cualquier vertiginosa Rayuela que cruces, me vas a estar amando.

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