Sin ánimos de escribir grandes cosas, más bien con ánimos de escribir esas pequeñas cosas
domingo, 16 de enero de 2011
El Amor Eterno
Pensar en mis abuelos es para mí, saber que el amor eterno existe. Entender que ese concepto no se lo llevaron las películas de románticas, o aquel amor frustrado, o el sueño de que exista, o la incapacidad de pensar en el infinito. Si el amor eterno existe no es porque lo haya leído en algún cuentito de hadas, no es porque es más cómodo acostumbrarse a uno solo y no tener que sufrir una ruptura, no es porque existe en mi mente y en mis ganas de que exista, no es porque lo haya sentido yo. Si el amor eterno existe es porque ¡yo una vez lo vi! Se llamaban Adela y Enrique y puedo jurar que se amaron desde el primer día hasta el final, que se amaron de todas las formas habidas y por haber, y que se siguen amando allá, en la eternidad.
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4 comentarios:
me encantan tus blogs, paulí, muchísimo. Y este la rompe, y qué lindo texto te mandaste.
gracias vale! me alegro que te guste :)
me siento super identificada
y te quiero mucho
y a ellos también
yo también los quiero.
(y esperemos que sea genético el tema de encontrar el amor eterno jaja)
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