martes, 21 de febrero de 2012

Lo mío son las letras, carajo

Anoche mientras me dormía, empecé a esbozar los bocetos de tres nuevos textos, a saber: una crónica hiper subjetiva derivada de una vivencia reciente, el principio y el final de un cuento que simbolizará mi adolescencia, y algunos versos de un poemita que hablará de mis obsesiones.

Hoy cuando me levanté me esperaban, en cambio, una guía de problemas de Hidrocarburos, un apunte teórico sobre las tormentas eléctricas, y el informe de un Trabajo Práctico sobre la Ley Faraday-Lenz.
Mis materias y yo somos cargas del mismo nombre, nos repelemos eléctricamente. Es como si no hubiera química...

viernes, 17 de febrero de 2012

L. y yo, y la Biología

Cuando estoy rindiendo, estudio todo el tiempo. No sólo cuando me siento a leer: todo el tiempo.

Como la materia que estoy preparando ahora es Anatomía y Fisiología del cuerpo humano, mi amado L. pasa a ser mi modelo vivo. Y juro que soy insoportable.

Ay cómo me gusta la extremidad acromial de tu clavícula izquierda, le digo. Te voy a llenar de besitos la apófisis espinosa de tu séptima vértebra cervical.  Si me seguís haciendo cosquillas no me va a quedar otra que chuponearte el músculo esternocleidomastoideo. Pero cuando me pongo romántica: Mi amor, me encanta apoyar mi cabeza en tu pecho y escuchar el cierre de tus válvulas auriculoventriculares.
Y cuando tengo hambre le digo: el plexo de Meissner ya empezó a estimular a mi nervio vago para que secrete células gástricas, así que voy a cocinar. Y si se atraganta con algo: epa, te falló el cartílago epiglotis. Y a veces: tomamos tanto mate que estoy con una diuresis hídrica terrible, voy al mear y vengo. O por qué no: los movimientos peristálticos de mi intestino delgado ya están haciendo que mis desechos estén cada vez más cerca, mejor me voy a cagar.

Sí, debo ser insufrible. Él me sigue amando porque sabe que es por temporadas. Mañana rindo y se acaba. Pero me encanta que me ame a pesar de esto.