viernes, 6 de enero de 2012

El Norte

Hace un par de meses, cuando todavía estaba sin L. y muy entusiasmada con mi viaje al norte, escribí este texto. Me acuerdo que estaba estudiando Matemática y entre tantas Derivadas que invadían mi cabeza y mi cuaderno apareció, como signo de resistencia, este escrito.

Es curioso que lo esté subiendo recién hoy. Me encuentro ahora con L. (lejitos, pero presente en mi vida), y hoy debería estar yéndome al norte y sin embargo acá estoy. Sí, terrible volantazo en mi vida.

Pero lo estoy subiendo hoy, porque aunque tenga nuevamente compañero de camino y aunque me pase todo enero en Buenos Aires, creo que la esencia del poema no cambió. Creo que sigo buscando mi propio norte. Mi posición geográfica no ayudará a que el efecto sea muy poético, pero hacia el norte de mi brújula voy. Y, lo que es más importante, soy consciente ahora, de que aunque camine tomada de su mano y aunque nos estemos acompañando en la búsqueda, mi norte va a ser siempre mío y el rumbo que decida para mi vida lo voy a seguir eligiendo yo. Lo que sigue presente es la idea de la búsqueda, de la pregunta, de la duda, del empeño por encontrar objetivos y correr tras ellos. Por supuesto que espero que el brillo de ese sol, los colores de ese paisaje y la intensidad de ese relieve, sean capaces de acompañarme en este desafío. Pero ya no estoy dispuesta a resignar mi búsqueda si ellos no lo son.

No es casualidad que en este momento de mi vida, todos mis planteos se resuman a la pregunta de qué vida quiero tener. Y no hay nada que me haga más feliz que salir a buscar la respuesta.

No hay comentarios: